Haciendo retumbar el rumor de sus aguas e inundando de frescura sus alrededores, los ríos del Valle del Cauca claman porque se les deje seguir sembrando vida.
Y aun así, el mayor problema para esto, es la falta de sensibilidad y de educación ambiental que existe en los habitantes de nuestra ciudad, sin dejar de lado a aquellas instituciones que tienen el deber de velar porque todo marche tal cual es.
“El Rio Cali, es un gran potencial hídrico para la ciudad” afirma Alberto Ramos, directo del DAGMA; desde su nacimiento la vereda El Pato a 2.100 metros de altura, aquí se oxigena un poco, debido al golpeteo con las rocas al bajar de la montaña, es un verdadero paraíso; hasta pasar por Floralia, donde comienza a verse el deterioro, la contaminación producida gracias al hombre, ya en las rocas se puede observar hasta una lama de color café, producto de escombros, desechos tóxicos, basuras, etc. Y allí se encuentra con el Rio Cauca, estudios realizados por el DAGMA señalan que al encontrarse estos dos grandes “monstruos” hay tan poco oxigeno, que ni un solo pez podría habitar, todo como consecuencia de las ofensas que hacemos cada día en contra de una de nuestras mayores fuentes de vida, “El Agua”.
Realmente, la situación del Rio Cali es preocupante, solo si cada uno de nosotros fuera lo suficientemente consciente, no pasaría lo que hoy e
stamos viviendo; un ejemplo claro de esto y un grave problema, son los incendios forestales, muchas veces ocasionados por alguna colilla de cigarrillo o botella que la gente bota sin precaución alguna.
Sin dejar de lado la falta de preocupación de gentes ambientalistas por algo tan importante que aqueja a esta fuente de los caleños, que es la deforestación, se debe tener presente que los arboles, la vegetación cumple una función, es decir, ayudan a preservar el agua, por convertirse en la principal cabecera de donde nacen.
Además en zonas aledañas encontramos muchas invasiones de viviendas, como desde la portada al mar, son tantos los asentamientos en su recorrido, hasta llegar a la zona rural, aquí es en donde nos preguntamos, cuál es el aporte que hace EMCALI, o aun más, el gobierno realmente le preocupa la situación en que habitan los distintos caleños.
Son tantas las percepciones que se tienen sobre el uso inapropiado de este líquido tan vital, el cual se cree que los seres humanos y la industria son los que mas lo consumen, pero en realidad, los mayores demandantes son otros.
Afirma María Clemencia Sandoval, jefe del área de Recursos Hídricos de la CVC, según cifras de la entidad, el sector agrícola tiene un 86% de consumo y las perdidas mas significativas, calculadas entre el 30% y el 40%.
Nuestros ríos no son solamente agua, también fauna, flora; no es cuestión de uno, ni de dos personas, es algo que a todos los que hacemos parte de una comunidad nos importa, beneficia y compete.
Si tan solo valoráramos esta riqueza con la cual contamos, lo mismo no lo puede decir Candelaria, es uno de los municipios más pobres en nuestro departamento, en materia hídrica. Además, que vamos a dejarles a nuestros hijos, nietos, es decir, a las futuras generaciones, una Cali “sin agua”.
Sin dejar de lado la falta de preocupación de gentes ambientalistas por algo tan importante que aqueja a esta fuente de los caleños, que es la deforestación, se debe tener presente que los arboles, la vegetación cumple una función, es decir, ayudan a preservar el agua, por convertirse en la principal cabecera de donde nacen.
Además en zonas aledañas encontramos muchas invasiones de viviendas, como desde la portada al mar, son tantos los asentamientos en su recorrido, hasta llegar a la zona rural, aquí es en donde nos preguntamos, cuál es el aporte que hace EMCALI, o aun más, el gobierno realmente le preocupa la situación en que habitan los distintos caleños.
Son tantas las percepciones que se tienen sobre el uso inapropiado de este líquido tan vital, el cual se cree que los seres humanos y la industria son los que mas lo consumen, pero en realidad, los mayores demandantes son otros.
Afirma María Clemencia Sandoval, jefe del área de Recursos Hídricos de la CVC, según cifras de la entidad, el sector agrícola tiene un 86% de consumo y las perdidas mas significativas, calculadas entre el 30% y el 40%.
Nuestros ríos no son solamente agua, también fauna, flora; no es cuestión de uno, ni de dos personas, es algo que a todos los que hacemos parte de una comunidad nos importa, beneficia y compete.
Si tan solo valoráramos esta riqueza con la cual contamos, lo mismo no lo puede decir Candelaria, es uno de los municipios más pobres en nuestro departamento, en materia hídrica. Además, que vamos a dejarles a nuestros hijos, nietos, es decir, a las futuras generaciones, una Cali “sin agua”.
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